No sabemos muy bien como en España el asunto del VHS pasó a ser un bien de consumo de primera necesidad, pero así fue...Los Viernes se congregaban familias en el VideoClub como en generaciones anteriores habían ido a misa. El encargado se convierte en un prescriptor del que hay que fiarse mas que de Boyero o de la Academia de los Oscars. Un carné por núcleo familiar, pegatinas azules o verdes dependiendo de si la peli es de "estreno" o de segunda division. Las de dibujos en los estantes de abajo y las pornos detrás de una cortinilla, cartoncitos amarillos en las alquiladas...
Y es que el consumo del vídeo de alquiler genera tanta pasta, que se abren Videoclubs en cada esquina, y se trae TOOOODA la producción mundial del cine a los estantes de estos locales.
No manejamos datos oficiales, pero es muy probable que España sea lider mundial de blogs, podcasts, fanzines, tiendas de camisetas y demás memorabilia, dedicados al cine de aquel momento, debido a que los nacidos entre el 70 y el 85 (esta generación absurda que se dedica a llenar el internes con sus mierdas) nos hemos criado con solo 2 canales de tele, pero con miles de horas de Ninjas, veteranos de Vietnam con stress postraumatico, fantasmas y vampiros, bailarines/as aspirantes a estrellas, superheroes de garrafón, psychokillers tras mascaras, películas de Disney de acción real, westerns caducos o vigilantes nocturnos, y tenemos grabado a hierro todo aquello en nuestra memoria sentimental.